Verano de 1986 o 1987, frontón de Artajona. Por las tardes, a pesar del calor, nos juntábamos algunos palistas. Un día apareció un desconocido, de treinta y bastantes años, fuerte y con poco aspecto de deportista. En aquellos años las siluetas de muchos palistas ocultaban muy bien su potencial pelotístico. El incógnito visitante vio que nos faltaba el cuarto elemento para completar un partido y se fue a por una pala. El día anterior otro forastero nos había fastidiado la tarde: a veces, un voluntarioso jugador, ciego a los niveles de los pelotaris, entra alegremente a... chafar un partido.
Pero con el nuevo debutante (Robles) la cosa discurrió por un camino diferente. Me impresionó su solidez, la seguridad y firmeza de sus pelotazos, así como su doble colocación:
-Colocación de la pelota. Ajustaba su trayectoria para que botara justo delante de mí, para hacerme retroceder y cansarme. Lo hacía con un agarre alto y con un golpe ligeramente cortado. Remataba con mucha facilidad en el rincón y en dos paredes: los fallos, escasos, daban en la chapa.
-Se colocaba él mismo con un gran sentido de la anticipación: parecía que la pelota le seguía a él. De esta habilidad de los buenos pelotaris nace el dicho: "La pelota, al pelotari."
Años más tarde conocí la fama de Robles en el frontón de López, del que entonces no había oído hablar, pero que ya concentraba a los mejores jugadores de Navarra.
Reseñaré ahora tres campeonatos memorables, a mi parecer:
Campeonato de 24 horas de Larraga
A principios de los 90 se disputaron en Larraga dos campeonatos de paleta goma de 24 horas seguidas: se jugaban las eliminatorias de forma ininterrumpida, incluido el horario nocturno. En uno de ellos, Robles se apuntó con García, de Ibero, con el que había ganado varios campeonatos.
Organizó el campeonato la pareja formada por Villanueva ("Chuchi", el mejor de Larraga) y Domínguez (Joaquín, de Olite). El premio en metálico (100 mil pesetas, como 1000 euros de ahora) atrajo a muchos pelotaris de calidad del frontón del López (como Iriarte, Robles...), de toda Navarra y de La Rioja (Carlos)
A la final llegaron García-Robles contra Domínguez-Villlanueva. El sorteo de los cruces no había favorecido a los primeros, que se batieron con las parejas más fuertes del campeonato. En la final los locales sacaron una pelota muy viva para cargar todo el peso sobre Robles; al delantero García había que temerlo porque en los cuadros alegres era letal: acababa muy bien en el rincón y en dos paredes, aun con pelotas muy vivas. El frontón, de 54 m., no permitía a Robles apoyarse en el rebote; tenía que entrar al aire entre el 8 y el 9.Y allí los cuadros son de 4m, no de 3.5m. Domínguez y Villanueva, dos grandes pegadores, jugaban en su frontón, con sus pelotas, en su campeonato...
Esta introducción servirá para encontrar sentido a lo que voy a relatar a continuación y que me hizo mucha gracia. Ya he contado antes que los pelotaris de aquella época ocultaban muy bien su potencial bajo un aspecto que nadie calificaría de atlético. Pues bien, entre el público se encontraba un atleta de verdad, corredor de largas distancias, de Estella, atento y desconcertado... con Robles, que devolvía misiles sin parar, allí en el fondo de un frontón enorme, en una lucha que se alargaba y alargaba. Entonces, el atleta, sin poder dar crédito a lo que veía, me espetó: "¿Pero... cuánto puede aguantar un "cacharro" como ése?
El juego con pelota viva en frontón largo me parece un poco monótono, más adecuado para pegadores que para colocadores, no era el estilo del López. García apenas intervino. Domínguez y Villanueva ganaron pero, para mí, lo más memorable fue el papelón de Robles. Por eso lo recuerdo, casi 30 años después.
En el frontón de López el juego de cañonear al fondo rendía menos. Sus habituales acostumbraban a mover al adversario y, al menor descuido, rematar. La pareja Domínguez-Villanueva se apuntó al clásico campeonato de primavera del López. Recuerdo el partido que disputaron contra Paternáin-Armendáriz. Este último jugaba entonces como zaguero y su pegada no llamaba la atención, pero al menor despiste de Domínguez, dibujaba unas dos paredes que lo dejaban clavado.
Para hablar de Paternáin (Carlos Paternáin, de Huarte-Pamplona) diré que el primer partido que jugué con los artistas del López me tocó contra él, un jueves por la tarde. Aún llevo grabado en mi memoria su gesto: era un delantero que no perdía de vista al zaguero contrario, siempre giraba la cabeza para decidir dónde te podía fastidiar más. Colocaba la pelota en todas las posibles coordenadas de la cancha. ¡Menudo palizón y menuda lección!
En el López se impusieron Paternáin-Armendáriz. El López encandiló a Domínguez, le encantó el ambiente de pelota que se respiraba allí y tiempo después formó pareja con Robles, lo cual nos informa de cómo éste midió a aquel. De esta pareja hablaré en otra entrada.
En las 24 horas de Larraga se juntaron grandes figuras. Recuerdo una conversación en los vestuarios. A Carlos, el de Calahorra, le había tocado cruzarse pronto con Iriarte. Le dije: "¡Qué mala suerte!" , a lo que respondió: "Mala suerte para él". Y aclaré: "Mala suerte para los dos".
Larraga 1990. Campeonato de 24 horas.
Campeones: Domínguez(agachado) y Villanueva (de pie)
Subcameones: Jimeno y Urra. No aparecen en la foto.
Terceros: Iriarte (agachado, a la izquierda, se le ve poco) y Goñi (en pie, de rojo)
Los tres centrales, de izquierda a derecha: Chuchi Villanueva (de Larraga), Cerdán y Joaquín Domínguez (ambos de Olite)
Campeonato Navarro Individual
Este campeonato empezó a disputarse a principios de los años 90, de la mano de Felipe Olleta, en Lumbier. En una de sus primeras ediciones llegaron a la final Robles e Iriarte. ¡Rondaban la edad de 45 años! Las apuestas se decantaban por Iriarte, más espectacular: su izquierda de artista, de la que hablo en otra entrada, hacía las delicias del público. Pero ganó Robles.
Una o dos semanas después de la final, domingo por la mañana, se encontraban ambos en el López. Muchos pensaban que, de 10 partidos, Iriarte le habría ganado 9 a Robles.
Iriarte también lo pensaba. Y por eso desafió a Robles: le pidió jugar la revancha esa mañana.
Pero Robles parece que también lo pensaba y por eso le contestó: "Ya tuviste tu oportunidad".
Ya he dicho que Robles destacaba, entre otras cualidades, por su capacidad de medir correctamente la fuerza de sus adversarios. Y lo veremos una vez más en el siguiente campeonato:
Campeonato Navarro de paleta goma por parejas
Robles ganó muchos campeonatos. Creo que sólo él ha ganado el navarro de parejas jugando como delantero y como zaguero.
Triunfó como zaguero con García, (José Javier García, de Ibero) de delantero . Y como delantero con Pernaute (Míkel Pernaute, de Oronoz-Mugaire) de zaguero.
Resulta muy llamativo que ganase el navarro de parejas como delantero ¡a principios de los años 2000, con más de 50 años(creo que 54)! Una vez convocado el campeonato, Robles empezó a calcular, a preguntar por las parejas que se iban apuntando. Pasaban los días y él no se inscribía. Se informaba y esperaba... Llegó el último día y vio que no se habían apuntado los más peligrosos: Monreal, Olaberri, Pernaute... Y su cabeza funcionó una vez más: llamó a Pernaute y se apuntó con él.
Ganaron la final a los gemelos San Miguel
Robles,de pie el quinto por la izquierda.El tercero, Tomás Garcés
Armendáriz,de pie el primero por la derecha, junto a Rubén López
Iriarte, agachado, el primero por la izquierda.
Le siguen Sandúa, Echarri , Astráin, Gregorio López "Chapulín", Nuin y Aranguren.
De izquierda a derecha: García el de Ibero, Urra, Goicoechea y Robles