sábado, 6 de enero de 2018

Palistas destacados. Años 80-90: Iriarte


   Graciano Iriarte da nombre al campeonato que se celebra todas las primaveras en el frontón de López, en el barrio pamplonés de Iturrama.
    Año 1988. Salí de los exámenes de selectividad, que había realizado en Pamplona. Mi ilusión aquel día era aprovechar el viaje (había subido desde Artajona) para conocer el frontón de López, famoso por concentrar a los mejores jugadores de paleta goma. Un transeúnte me indicó la dirección y me presenté allí. Lo encontré muy oscuro y descuidado. Pero había gente jugando y ¡muchos espectadores! De ese partido no recuerdo nada especial hasta que uno de los participantes miró su reloj... tenía que irse; y pidió a un espectador que lo sustituyera. Éste entró, sin calentar; se veía que le salía la pelota fácil de la pala, que le pegaba bastante, cada vez más, que colocaba fácil, arrimaba, abría al ancho y... sobre todo, que tiraba con la izquierda unas paredes eléctricas, ajustadas a la chapa, que salían con un gran ángulo. ¡No sabía si estaba jugando a paleta goma o a billar!   
   Y pensé: "¡Como todos estos espectadores jueguen parecido... menudo nivel!" Hasta que escuché cómo le llamaban: ¡Iriarte! Eso ya me sorprendió menos, su fama llegaba muy lejos.

   Los mejores jugadores del López de los años 80 y principios de los 90 solían citarse los martes y jueves por la tarde. Tan grande era su afición que, si trabajaban por la mañana, procuraban almorzar mucho para no tener que parar a comer antes de ir al López, ya que había cola.... Si acaso, picaban algo en el bar "El Rebote". Llegabas y preguntabas: "¿Qué partido me toca"? Respuestas posibles: "Eres el tercero (el tercer jugador, esperando al cuarto) para el segundo partido", "Eres el segundo (segundo jugador, a la espera de 2 más) pare el tercer partido" y así... ¡a esperar!. Téóricamente  se disputaba cada partido a 50 tantos y duraba una hora y media. Pero los que esperaban debían vigilar: los que jugaban podían llevar un tanteo de, por ejemplo, 37-33, pero si les preguntabas decían: 27-23... y ¡a esperar!

  La "Mafia" del López 

  En aquel entonces se hablaba mucho de la "Mafia" del López: una camarilla que se había adueñado del frontón: si no pertenecías a ella, no jugabas. Nada más lejos de la realidad.
  Para hacer un buen partido, en cualquier deporte, hace falta un equilibrio entre todos los jugadores. La categoría de los pelotaris que se citaban en el López ciertos días a ciertas horas (martes y jueves, a partir de las dos, y los sábados y domingos por la mañana, a primera hora) exigía mucho nivel para participar. Había quien lo entendía y no pretendía entrar. Pero a otros no les sentaba bien y hablaban de "Mafia". Pero en otros horarios se podían encontrar otros niveles menos exigentes, sin otro requisito que llegar y preguntar por tu turno, como en las carnicerías.
 Si aparecía un jugador nuevo con calidad... se incorporaba al grupo de los mejores sin problemas: había mucha competitividad y siempre se buscaba al compañero adecuado para ganarles a los demás.

   En ese ambiente jugaba Iriarte. Cuando entraba en el frontón lo llenaba: parecía que habían llegado 10 pelotaris. Los jubilados del barrio no perdían la oportunidad de ver su espectáculo. No se cansaba nunca. Se adaptaba a todos los niveles. Cuando quería un buen partido, sobre todo en los horarios citados, no jugaba con cualquiera. Pero fuera de esos momentos competía con jugadores de menos categoría, poniéndose límites: usando sólo la izquierda, jugando "de bajo pata"... Sabía devolver rebotes por debajo de la pierna con la izquierda.

  Sus mejores golpes  

  Iriarte jugaba como delantero. Sus mejores golpes salían de su izquierda. Con el brazo a media altura o algo más alto hacía 4 posibles dianas: paredes eléctricas ajustadas a la chapa y a la línea de contracancha; rincón; atrás arrimado; y atrás al ancho (cerca de la línea de contracancha).
  Con la derecha devolvía con habilidad especial las dos paredes. Cuando corría hacia contracancha para alcanzar la pelota preparaba la devolución con un armado circular hacia arriba y,o bien interrumpía el círculo para rematar en el rincón o en dos paredes,  o bien completaba el círculo para golpear de abajo y hacer diana en el ángulo superior derecho del frontis, bombeando y cruzando la pelota muy lejos. Éste era su "cruzado mágico".

Campeonatos destacados

Campeón Navarro Individual. Lumbier, 1992





Calahorra, Polideportivo Juventud. 





   Iriarte ganó muchos campeonatos.
   Pero daba gusto verle jugar aunque perdiera. 
   A finales de los años 80 aún se jugaba un campeonato de renombre en Cabanillas, donde destacaba un zaguero muy elegante y seguro: Mateo. A éste lo había visto jugar cuando yo tendría unos 12 años. A los famosos jugadores del López, como Iriarte y Ollo sólo los conocía de oídas. Iriarte significaba espectáculo y Ollo llamaba la atención por su forma peculiar de muñequear; eso era lo que llegaba a mis oídos. Escuché que Ollo e Iriarte jugarían juntos en Cabanillas.  Perdieron la final. En la ribera se jugaba con pelotas súper- saltarinas, muy diferentes de las pelotas de medio bote del López . 

Campeonato de 24h de Orcoyen

   Septiembre de 1988. Orcoyen. Campeonato eliminatorio de 24 horas, de sábado a domingo, sin parar ni durante la noche. 100 mil pesetas de premio, unos 1000 euros de ahora (2018).
Iriarte rondaría los 40 años. Se apuntó con Ángel Goñi, un seguro atrás, aunque apenas usaba la mano izquierda.
   Entre los participantes destacaba un pelotari que no jugaba en el  López sino en el club Larraina: Pello Erbiti. Fue campeón en el Bost Kirol de Mezquíriz, donde cada pelotari debía dominar 5 modalidades de pelota: pala corta, paleta cuero, paleta goma, joko garbi (una especie de remonte pequeño) y pelota mano.  Veintipocos años, pelotari completo, atlético.
  A la final llegaron Iriarte-Goñi y Erbiti. Éste jugaba como zaguero, a su delantero no lo recuerdo. Sí recuerdo los disparos de la izquierda de Iriarte, al rincón, a paredes, al ancho atrás, arrimadas atrás...
En la paleta goma existen dos tácticas:  una consiste en pegar y aguantar, se basa más en el físico; la otra busca jugar con los espacios. Erbiti disponía de un físico portentoso para la primera y le valió para llegar a la final. Iriarte se mantenía ágil pero nunca fue un atleta, se colocaba bien y buscaba los huecos, sistemáticamente... hasta que Pello se agotó, aunque tampoco contó con gran ayuda de su delantero. Final para Iriarte-Goñi.
   Entre el público se encontraba Chuchi Villanueva, gran pelotari de Larraga, de edad parecida a la de Iriarte. Le gustó el campeonato y organizó pocos años después las 24 horas de Larraga, de las que hablo en la entrada dedicada a Robles. 

Campeón Navarro con Olaberri 1995




Están en el grupo 4.
La imagen se  ve mejor si se descarga.

1 comentario:

  1. Hola! Soy Gema Iriarte, la hija de Graciano, y quisiera ponerme en contacto contigo para charlar sobre esa parte de Iriarte que conoces casi mejor que yo. Me he emocionado mucho leyendo tu post y quería agradecerte el tiempo dedicado.
    Un saludo!
    GEMA

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